martes, 10 de agosto de 2010

Donde podremos gestionar un Grupo de Alto Rendimiento

Para poder saber donde podremos gestionar a este equipo de alto rendimiento, tendremos que pensar quienes son las personas que gestionan nuestra empresa, ya que estas personas son los eslabones del complicado y complejo engranaje que gestionan nuestro modelo de negocio.

Debemos tener en cuenta que en el engranaje de cualquier maquina, todas las piezas son necesarias, para el desarrollo de la tarea concreta para la que fue desarrollada, esa maquinaria. Para poder gestionar una empresa de Renombre la cual marque diferencias entre sus competidores, cada miembro de este complicado engranaje, debe funcionar a la perfección desarrollando su tarea concreta, expandir su potencial en el espacio que mayor impacto tendrá y encajar perfectamente la actividad individual con la actividad que desarrollen las personas que le rodean. Quedando pendiente la planificación de estrategias como el objetivo que todos han de buscar de forma independiente de los métodos o técnicas que se usen. Estos conceptos son de todo necesarios si lo que queremos es marcar diferencias con los competidores. Como ejemplo tenemos los relojes suizos, los más resistentes y exactos del mercado para conseguir ese resultado, cada pieza que participa en el funcionamiento ha de cumplir su tarea de forma perfecta y encajar, al milímetro, en el funcionamiento de las otras. Sin este proceso estas máquinas, aún siendo pequeñas, manifiestan un perfecto funcionamiento.

No hay eslabones grandes o pequeños en equipos de alto rendimiento que buscan un objetivo común. Hay individuales que desarrollan distintas tareas, quizá una tarea aparente ser más importante que otra pero nunca sabrás si quien va a gestionar tu diferencia con la competencia será el eslabón más pequeño o el que más apariencia de grande sea. Percibir los equipos de trabajo desde esta perspectiva aporta una visión de movimiento en el modelo de negocio que facilitará la implantación de formación no sólo con respecto al valor funcional, sino que aportará coherencia en formación que potencie habilidades necesarias para la transmisión de valores emocionales y para hacer lecturas correctas del valor de responsabilidad social de la marca, dando la oportunidad a los empleados para gestionar su propia promesa de obligado cumplimiento. Generando más implicación y sensación de pertenencia con la marca.

Tener en cuenta a todos los eslabones que gestionan nuestro modelo de negocio, potenciar sus habilidades y ser conscientes del valor que aportan, nos abre la compuerta de la producción de ideas creativas y frescas. Gestionaremos no solo productos y servicios, sino que podremos vender historias, emociones, aventuras, experiencias con el cliente que nos ve desde fuera. Podremos generar diálogo y unos empleados que en el diálogo den notas de control sobre las estructuras que generan la interacción. Cambiando nuestra imagen de empresa por una imagen de marca que revalorizará el valor de nuestro negocio. Y revitalizando las bases que sustentarán ese concepto de marca concreta que marcará nuestra diferencia con toda nuestra competencia.

No es posible construir una casa por el tejado, es imprescindible dotar a la estructura primero de buenos cimientos. Generar imagen de marca no consiste solo en llevar todas las camisas a rayas o portar en la mano folios con miles de logos iguales en todos los tamaños. Generar marca es crear una historia donde se mueven nuestros colaboradores y estos han de ser entrenados para poder moverse como la marca requiere aportando de la improvisación en el compartir experiencias.

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