martes, 27 de marzo de 2012

De donde vienen y a donde van tus empleados

Cuando miramos un grupo de trabajo, lo que realmente estamos contemplando, son personas. Las personas son el núcleo y el motor del movimiento, son las que generan dirección y son las que ejecutan acción pudiendo atraer, con ella, el éxito o el fracaso de las propuestas. La individualidad, creada, a través de la información y la experiencia acumulada, por diferente al resto, permite abrir la posibilidad de nuevas fórmulas y nuevas propuestas. Un grupo de potentes individualidades, encuadrado correctamente en una tarea concreta, es la base más sólida donde podemos depositar nuestro futuro, si podemos observar que la realidad, no es más que un paisaje cambiante, en el que, por mucho que nos esforcemos, no lograremos manifestar, de forma constante, el mismo éxito.

Parece muy complicado, para los directores de RRHH y ejecutivos con los que hablo, asumir esta premisa. Parece más fácil, imaginar una cabeza pensante y miles que ejecutan ordenes de forma repetitiva pero ya no hay tiempo, no es el momento, de seguir repitiendo, lo mismo, para obtener, los mismo resultados, una y otra vez, porque, en realidad, ya no se están obteniendo, ni siquiera, los mismos resultados. Vivimos una apariencia de retroceso que pretenden volver a crear las mismas condiciones donde se obtuvieron éxitos pasados y aún, a pesar de todos los esfuerzos, que a día de hoy, se están acometiendo, no volverán las aguas al mismo cauce, aunque se intente.

Quizá, se obtuvo antes sentimiento de pertenencia, pero ese sentimiento, no volverá hoy, la mayoría de los empleados, ahora conocen todo el entramado y lo que fue solución para un pasado, no volverá, cuando ya los cúmulos de experiencia e información de los resultados reales, están tocando y potenciando la masa crítica.  Ya nos conocemos, lo que parecía una buena solución y que comenzó con la era industrial, hoy, todos pueden reconocer, los pros y los contras que conllevan. Lo hablan en primera persona y les hace contemplar las propuestas de un discurso corporativo, como algo a valorar, al mínimo.
¿Sino son estas mismas personas les que aporten solución real, realmente crees que el modelo de negocio seguirá funcionando, como hasta ahora?

Tecleo, a la misma velocidad que pienso y recuerdo, las caras de empleados que, conociendo lo que tú esperas de ellos, también conocen todos tus puntos débiles y que terminan asumiendo que el puesto donde realizan la tarea, no es más que una copia de un juego, que pueden reconocer como inviable, a cada nueva estrategia y procedimiento que te ven ejecutar. Todos calla, pero, callan porque saben que no entiendes el porqué, el cuando y el como empezó a cambiar todo.

Miles de siglos, a lomos de los equipos artísticos, simplemente nos cuentan que lo que obligas a permanecer latente porque se lo ve como complicado, no es más que el camino correcto y de tan correcto, resulta fácil para quienes son conscientes de la realidad de cada individuo, del grupo y del proyecto y solo gestionando gran talento consideran viable para levantar cualquier propuesta que se propongan.

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