martes, 2 de septiembre de 2014

Imagen Corporativa, mundos y metamundos conceptuales

El concepto y la visión que establece la Cultura Corporativa se estructura sobre la base argumental que da un increíble valor al poder del discurso emitido de forma unilateral, cuando el interlocutor tiende a ejecutar acción reflexiva de comparación o extraer recuerdos para establecer  un parámetro de criterios, en función de sus necesidades particulares, la Imagen Corporativa atiende a este impulso ofreciendo la respuesta antes incluso de ser realmente elaborada y apoya toda su estrategia en resaltar necesidad, donde puede que ni exista.  Todo el valor que Marketing, RRHH y todos los recursos de los que dispone el modelo, han de ser dispuestos a trabajar en esa dirección, si no, el tejido corporativo tiende a considerarlo peligroso, en el mismo sentido en que no logra extraer de si mismo la habilidad de dar respuestas en formato de diálogo que es donde su interlocutor se sitúa, siempre, quiera o no quiera la forma piramidal que solo intenta convencer y así se habla de la dureza de la puerta fría, donde la realidad es que a nadie le gusta “charlar” con las paredes.

A día de hoy, todo ese concepto tiende al derrumbe de forma constante, lo que provoca cerrazón en todas las cúpulas que no logran entender que es lo que, en realidad, está pasando, a día de hoy todos, menos las enrocadas juntas directivas,  viven secuencias de respuestas anómalas para sus resultados anteriores y de esta manera, podemos encontrarnos a  usuarios y  empleados, sentados en una silla frente a la televisión, el pc ..  Contemplando un video de youtube ó simplemente viendo un anunció en papel, sobre nuestra empresa productos y servicios y a la vez que beben del lenguaje que pretende ser atractivo del discurso corporativo asisten al espectáculo del que apoya y el que ataca, fundamentados en experiencias acumuladas a lo largo de la relación establecida con el modelo de negocio y la realidad que hace sorda a la Imagen Corporativa, sitúa a todos los interesados en un debate donde la toma de decisiones es siempre más inminente de lo que estructuras rígidas querrían tener que afrontar.

Estructuras antiguas con grandes éxitos acumulados en el pasado, a día de hoy, viven siendo atacados una y otra vez, con mensajes  que abarcan el cuestionamiento, no solo de los productos y servicios, si no que han de aguantar la reflexión desde el procesamiento  de información subliminal, hasta la Percepción real que se maneja o el intento vacío de contenidos constatables de la estrategia de Persuasión que se emplea.

Mensajes corporativos tratados desde la neo lengua,  amplificación de los intentos de persuasión de  forma sutil  o agresiva que intentan trasladar miedo o engaño, ya no obtienen el éxito del que se ha disfrutado hasta ahora, porque cuando la lengua es usada para corromper el pensamiento y limita las reacciones, sin embargo, la experiencia vivida tiene más relevancia que todos los adornos juntos de los que se quiera hacer uso.

¿Por qué es tan excepcional y produce tanta extrañeza el comportamiento humano, cuando la capacidad de combinación de información consigue un comportamiento inusual y diferente al esperado?

Todos los seres humanos comparten experiencias con el resto de la comunidad, no importa si es una experiencia positiva ó negativa, el compartir las experiencias es algo natural y cotidiano. Cuando un cliente no es tratado de una forma correcta o no se le da una solución, inmediatamente comparte esta información con los conocidos y desconocidos  si encuentra ocasión y si, por si esto fuera poco, además, pasado el tiempo, logra extraer el recuerdo de la experiencia reviviendo lo sucedido, tiempo atrás para amplificar o negar una afirmación de otra persona.

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