miércoles, 18 de febrero de 2015

Véndeme que eres #LoveMarks



Quieres ser LoveMarks, cúentalo, grítalo en todas las esquinas de los mercados cuál mantra repetido hasta el infinito Yo Soy LoveMarks envuelta en el deseo de ser totalmente querida por sus fans.

Yo soy LoveMarks pero, ¿respondes a las preguntas básicas que demandan respuestas concretas? ¿Satisfaces, como bien sabe que debe hacer cualquier proyecto empresarial, a la demanda que te encuentras?

    Responde con certezas, mi proyecto al la necesidad a la preocupación por el futuro de ella misma y de todos los que se relacionan con ella, construyendo un Valor Funcional que enriquezca a todos, en deseos, cubrir necesidades, abrir nuevos caminos...
    Cuida al máximo el mínimo detalle que genera vinculación, trasladando detalles de belleza en todos los conatos de relación.
    Es perfecta en ejecución del Valor Funcional más allá de los límites legales impuestos por lobbys de presión.

Cada punto respondido con estrategias de impacto de ventas, es un punto que habla de la no implantación de procedimientos Branding realmente efectivos y la puerta de entrada a devoluciones negativas en todos y cada uno de los puntos de encuentro y así, todos, incluidos los miembros de las juntas directivas que han de verse en el puesto del consumidor, somos capaces de emitir un rosario eterno de ejemplos donde, a pesar de los esfuerzos realizados en Marketing emitimos la sonrisa socarrona, la ironía y la queja del que, en el fondo sabe que, si, si la empresa se constituye con el objetivo de ganar dinero pero ¿Nos merece la pena?

No te veas en el intento de realizar una portabilidad o el vano intento de miles de palabras bonitas designándote como cliente preferente, preferencial o único, envuelto en el catálogo de miles de ofertas que, sospechosamente, van convirtiéndose, poco a poco, en más atractivas y perfectas hasta que casi ganada la pieza se ha de escapar que compromiso, si, el tuyo. Hasta que casi perdida la esperanza, la amabilidad se vuelve agresiva y amenazadora. Y aguanta que vienen más curvas en el cuento de la nueva donde aguarda el paraíso que oculta, entre hermosas palabras y trato afable, familiar y hasta agradable, aquella transferencia de llamada que te hace pasar por atención al cliente a confirmar el consumo y la tarifa contratada en la ilusoria impresión de que se preocupan por ti, cuando puedes extraer que, la realidad es, que dada la inoperacia de nuestros mercados nacionales, no se cause fraude o deudas.  Atención al cliente o ese departamento conocido por la ineficaz cualidad de hacerte creer que si hay problema es tuyo, tuyo y solo tuyo.

De en estas no te veas y no te veas en el bar que quiere parecerse a la franquicia que tiene haciéndole la competencia o aquel, que negando a la multinacional tiende a cerrarse en pasados oscuros y hasta sucios reivindicando aquellos pasados que siempre fueron mejores.

Empresas grandes y conocidas, tambalean en los mercados actuales. Las empresas pequeñas desaparecen, sin pena ni gloria y todas son empresas que se comportan como siempre la han hecho, de forma tradicional, esa forma surgida en la era industrial y que dio éxitos pero hasta ayer y que a día de hoy, luchan con fuerza por hacer que todo vuelva atrás porque repetir el éxito no parece probable en circunstancias nuevas cuando todo el tejido interno vive incapaz de salirse de los caminos de  formulas obsoletas por falta de creatividad. Esa creatividad que no puede vivir en medio de una Cultura del miedo tan aceptada por empresas pig que sigue empeñada en resultados para hoy olvidando que Reputación como Marca es dejar la huella que habla de la sólida intención de permanecer como referente de influencia en todas las comunidades.

Mi cliente es un fans.

El objetivo es que nuestros grupos interesados se conviertan en fans dentro y fuera del trabajo, capaces de destronar, con argumentos sostenidos por experiencias reales,  cualquier información que aparezca que sea negativa.

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